El movimiento de estar sentado a estar de pie implica que varios músculos claves trabajen juntos. El glúteo mayor juega un papel principal al extender la cadera para empujar el cuerpo hacia arriba. Los cuádriceps, incluidos el recto femoral, el vasto lateral, el vasto medial y el vasto intermedio, trabajan para extender la rodilla y estirar las piernas. Los isquiotibiales, formados por el bíceps femoral, el semitendinoso y el semimembranoso, ayudan en la extensión de la cadera. Los aductores, incluidos el aductor mayor, largo, corto, gracilis y pectíneo, contribuyen a la estabilidad durante la transición a la bipedestación. El sóleo y los gemelos ayudan a estabilizar el tobillo a medida que el cuerpo se eleva. Además de los músculos de las extremidades inferiores, los músculos centrales y del tronco brindan un soporte esencial. El erector de la columna ayuda a mantener la extensión y la postura de la columna, mientras que el recto abdominal y los oblicuos contribuyen a la estabilidad central durante todo el movimiento. Otros músculos ayudan en el proceso, como el iliopsoas, que desempeña un papel en la inclinación inicial hacia adelante antes de la extensión, y el tibial anterior, que controla la dorsiflexión a medida que el peso se desplaza hacia adelante. La secuencia comienza con la flexión de la cadera, seguida de la extensión de la rodilla y la cadera, y finaliza con la estabilización del tobillo para lograr una posición totalmente erguida.
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